1 may 2021

Alcatraz: activism, future, counterculture and design

Prospects Beyond Futures: Counterculture White Meets Red Power
Robert J. Kett
CCA, 2020

La famosa isla de Alcatraz, en la Bahía de San Francisco, fue ocupada entre noviembre de 1969 y junio de 1971 por un grupo de nativos norteamericanos de diferentes tribus. Este texto muestra este episodio y su influencia en la contracultura posterior. | The famous island of Alcatraz, in the Bay of San Francisco, was occupied between November 1969 and June 1971 by a group of Native Americans of different tribes. This text shows this episode and its influence on the subsequent counterculture.




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La ocupación de Alcatraz debe enmarcarse en un contexto de reivindicación de los pueblos indígenas norteamericanos amenazados de desaparición por las políticas estadounidenses al inicio de la segunda mitad del siglo XX. Fueron muchas las acciones llevadas a cabo por el conocido como Red Power durante los años 1960. Robert J. Kett, antropólogo y comisario de Los Angeles, explica aquí el alcance particular de esta acción en el contexto cultural.

La isla de Alcatraz había sido una fortificación militar desde que California dejó de ser territorio mexicano a mediados del siglo XIX. En ella se instaló en 1934 la mítica prisión militar que hemos conocido gracias al cine y a algunos presos y fugas legendarias, función que albergó hasta 1963. Un tratado del siglo XIX daba la oportunidad a los nativos de reocupar espacios abandonados por los colonizadores. Por eso, tras unos años de abandono, se produjo la ocupación de la isla por parte de los activistas agrupados bajo la denominación de Indians of All Tribes. Ese fue el inicio de esta reivindicación, que tuvo un importante impacto cultural.

En su momento la ocupación fue analizada como demostración de la capacidad de las nuevas tecnologías de la comunicación para la instrumentación de nuevos modelos de vida y transformación social. Marshall McLuhan o Steward Brand fueron entonces testigos y participantes del debate en favor de nuevos procesos de gobernanza, comunicación y organización social. El resultado fue la visibilización del fracaso de los modelos de vida colectiva existentes y la necesidad de nuevas propuestas, que se dieron en el ámbito de la contracultura. Fue así como se sucedieron diferentes propuestas alternativas de organización social -algunas localizadas en la misma isla- que desde la experimentación cultural, la distribución de la soberanía, la negación de las hegemonías, la inclusión o la participación, plantaron la semilla de las tecnoutopías y otras experiencias alternativas posteriores.
El historial de diseño de Alcatraz y las preguntas asociadas que plantea sobre la soberanía y la diferencia ilustran la necesidad de reinventar el diseño, no a través del mero reconocimiento o la inclusión de los pueblos y las perspectivas ausentes en los paradigmas de diseño existentes, sino a través de nuevos métodos que permitan la reformulación del diseño tal y como lo conocemos. La clave para tal reinvención es uno de los requisitos fundamentales del proyecto decolonial: la cesión real y sustantiva de la soberanía y el espacio.
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The occupation of Alcatraz must be framed in a context of vindication of the American indigenous peoples threatened with disappearance by US policies at the beginning of the second half of the 20th century. There were many actions carried out by the movement known as Red Power during the 1960s. Robert J. Kett, anthropologist and curator from Los Angeles, explains here the particular scope of this action in the cultural context.

The island of Alcatraz had been a military fortification since California ceased to be Mexican territory in the middle of the 19th century. In 1934 it was installed in it the mythical military prison we have known thanks to movies and some legendary prisoners, a function that housed until 1963. A nineteenth-century treaty gave the opportunity to the natives to restrained spaces abandoned by the colonizers. Therefore, after a few years of abandonment, there was the occupation of the island by the activists grouped under the denomination of Indians of All Tribes. That was the beginning of this claim, which had an important cultural impact.

At the time, the occupation was analyzed as a demonstration of the capacity of new communication technologies for the implementation of new models of life and social transformation. Marshall McLuhan or Steward Brand were then witnesses and participants of the debate in favor of new processes of governance, communication and social organization. The result was the visibility of the failure of existing collective life models and the need for new proposals, which were given in the field of counterculture. This way, different alternative proposals of social organization occurred -some of them located on the same island- that planted the seed of techno-utopian futures and other alternative experiences based on cultural experimentation, the distribution of sovereignty, the denial of hegemonies, inclusion or participation.
The design history o Alcatraz and the associated questions it raises concerning sovereignty and difference illustrate a need to reinvent design --not through the mere recognition or inclusion of peoples and perspectives absent from existing design paradigms, but through new methods  that allow for the displacement of design as it has commonly been practiced. Key to such a reinvention is one of the most fundamental requirements of the decolonial project: the real and substantive ceding of sovereignty and space.

David H. Falagán