Pino Brugellis, Gianni Pettena, Alberto Salvadori (ed.)
Quodlibet, 2017
Hace ahora 50 años el mundo experimentaba uno de los momentos más convulsos que se recuerdan en la historia reciente. A la indignación por la guerra de Vietnam, que movilizó protestas en Europa y América, se unieron reivindicaciones sociales, estudiantiles, culturales o económicas que culminaron en el movimiento revolucionario de Mayo del 68. Si buscamos una reacción paralela en el ámbito de la arquitectura, no podemos dejar de fijarnos en el fenómeno de la arquitectura radical italiana.
El fenómeno de la arquitectura radical tuvo su origen en la facultad de arquitectura de Florencia en el año 1966, recordado por la famosa inundación que provocó el desborde del río Arno. La recuperación del espacio urbano, la reivindicación del valor político del espacio público, la apuesta por la espontaneidad en la arquitectura, el pensamiento crítico respecto del modelo arquitectónico heredado, la hibridación disciplinar de la arquitectura con otras manifestaciones culturales o la provocación desde la ficción proyectual fueron algunas de las características comunes al trabajo de un buen número de equipos.
Archizoom Associati, Remo Buti, 9999, Gianni Pettena, Superstudio, UFO y Ziggurat son las oficinas que representan el movimiento radical en este libro, que ha servido como catálogo de la exposición Radical Utopias. Beyond Architecture, Florence 1966-1976. Todos ellos muestran la efervescencia de ideas que poblaban la facultad de Florencia aquellos años, a la vez que visibilizan la influencia del debate experimental y la contracultura procedente de Gran Bretaña (Archigram, Cedric Price) y Norteamérica (Robert Smithson, Allan Kaprow, Buckminster Fuller).
El climax de revolución cultural que definía el contexto en el que se desarrollaron estos proyectos puede considerarse el caldo de cultivo idóneo para la experimentación ideológica que se produjo en la arquitectura. Los límites planetarios, la implicación humana de la innovación tecnológica, la emergencia del ocio en la esfera cultural o las fronteras de la percepción y la experimentación espacial se convirtieron en temas comunes en los proyectos. Citando algunos de los ejemplos más conocidos, estas inquietudes son bien visibles en trabajos paralelos como la No-Stop City de Archizoom o el Monumento Continuo de Superstudio.
Las sinergias entre las y los protagonistas del movimiento son de vital importancia para entender la exploración en la propia metodología proyectual. Desde el pensamiento crítico hasta la provocación a través de ficciones especulativas, la gran aportación de las utopías radicales fue la incorporación de la arquitectura al ámbito de lo que hoy se conoce como diseño crítico: la arquitectura como catalizador del debate.
David H. Falagán
