8 oct 2022

Arquitectura de futuros

 

Las arquitecturas del fin del mundo. Cosmotécnicas y cosmopolíticas para un futuro en suspenso 
Uriel Fogué 
Puente editores, 2022

Además de todo aquello que ya sabemos, la arquitectura es siempre una herramienta de reflexión con la que interpretamos el presente, pero también los futuros a los que nos enfrentamos. Es un instrumento para la imaginación, la especulación o la provocación, aquello con lo que juega Uriel Fogué en este libro.


Hace pocas semanas, en un congreso internacional de vivienda que tenía lugar en Barcelona, el profesor Jeremy Till ponía en crisis las buenas intenciones que podían albergar las miradas hacia la arquitectura sostenible y medioambientalmente responsable en el contexto de emergencia climática. Esbozando su proyecto "Architecture after Architecture", en el que trabaja junto a Tatjana Schneider, demostraba la imposibilidad de revertir la crisis planetaria mientras el crecimiento, la extracción de recursos y una pretendida idea de progreso siguieran siendo mantra y motor de la economía actual (en la que enraiza el propio paradigma de la modernidad...) En el horizonte está la formulación de otras prácticas capaces de transformar los imaginarios y discursos políticos, económicos o culturales que nos conducen hacia el escenario más apocalíptico. En un contexto equivalente, en la edición de 2019 de la Trienal de Diseño de Milán, la comisaria Paola Antonelli presentaba la muestra "Broken Nature", aludiendo a la idea de diseño restaurativo, aquel que sea capaz de restaurar los vínculos entre especies naturales, bajo la amenaza de extinción de la especie humana. En palabras de la propia Antonelli, incluso dando por inevitable nuestra futura extinción, el diseño nos da los medios para darle al mundo un final elegante. 

Tanto Jeremy Till como Paola Antonelli, que se mencionan aquí como ejemplos que podrían representar muchos otros casos del mundo del diseño, la arquitectura, la cultura o el pensamiento en general, construyen un universo intelectual y creativo determinado por la inminencia del posible final del mundo. Más allá de la provocación que pueda significar para algunos, la visibilidad de este escenario desde el diseño especulativo y sus manifestaciones arquitectónicas es una muestra de la capacidad narrativa y diegética de la arquitectura para catalizar reflexiones disruptivas. Algo que Uriel Fogué practica en este texto, tanto en su aproximación crítica como en su taxonomía de imaginarios.

Su aproximación crítica, desplegada a través de cinco artículos, podría enmarcarse en el ámbito interdisciplinar de los STS (Science and Technology Studies -Estudios de ciencia, tecnología y sociedad). Se observa la influencia explícita de Bruno Latour y la importancia de la idea del blackboxing, la opacidad que provoca el éxito de los avances científicos y ténicos. Fogué observa las capacidades "políticas" del diseño hacia lo que él considera el "re-pliegue" (el control social a través del modelado de conductas), o hacia el "des-pliegue" (la exploración de un repertorio expandido de conductas cosmopolíticas). Y reconoce casos de estudio en las cosmopolíticas del deseo del marqués de Sade o Leopold von Sacher-Masoch, o el The Lazy Reading Club del grupo de artistas SPIN. 

Su taxonomía de imaginarios se despliega en el último artículo de libro, demostrando que ninguna de las visiones está desprovista de arquitectura (diseño especulativo y diegétigo en forma de antropoceno, desiertos, trincheras, paisajes extractivos...), y cómo cada universo que podamos imaginar contiene indicios de su propio apocalípsis. En palabras de Fogué, cada cosmogonía explora su propia escatología

David H. Falagán