30 oct 2022

El futuro es interior

 

Manifiesto de interiores
Javier Fernández Contreras 
Puente Editores, 2022 

La modernidad actual está en el interior. Esta sencilla hipótesis resume el manifiesto que Javier Fernández Contreras propone en este sencillo volumen de la colección Micro de Puente Editores. Los interiores son observados por el autor como laboratorios de modernidad y como protagonistas en la era de los medios expandidos.




El texto fue publicado originalmente por la escuela de artes y diseño HEAD – Genève, en la que el autor ejerce como responsable del departamento de diseño del espacio. El propio carácter de esta escuela, atenta a la hibridación creativa entre diferentes disciplinas (forma parte de la University of Applied Sciences and Arts de Ginebra) se transmite en la propuesta del autor, interesado por la manera en que la arquitectura interior se ha convertido en un ámbito de articulación relacional de medios.

El carácter experimental que demuestra la observación de los interiores como laboratorios de modernidad es justificado en el texto mediante la identificación de tres revoluciones: 
1. La dicotomía público/privado se sustituye por la de mediado/no mediado.
2. Los espacios, en su idea y agencia, se convierten gradualmente en nodos que articulan dominios físicos y virtuales.
3. Ficción, realidad y representación comienzan a influenciarse mutuamente, lo que hace que sus fronteras se desdibujen.
El autor repasa momentos históricos en los que el carácter estructural del espacio (en particular su geometría), se convertía en escenografía representativa de los diferentes objetivos de las sucesivas vanguardias. Corrientes como el neoplasticismo, el purismo o aproximaciones complejas contemporáneas son leídas como pensamientos relacionales entre las convenciones culturales y el diseño del espacio.

Desde luego, las relaciones entre las construcciones culturales del espacio y el carácter "líquido"de algunos espacios representativos contemporáneos sugiere una afectación importante a la privacidad, la domesticidad, la cotidianeidad, las interacciones de control, las actividades productivas y reproductivas... Algo que Javier Echeverría avanzó en el ensayo Telépolis de 1994, aproximación que hoy alguien podría considerar obsoleta, pero preludio de la mirada a una revolución tecnológica cuya escala que estaba todavía por descifrar. Javier F. Contreras recuerda aquí la agencia del espacio -de la arquitectura- en la comprensión e interpretación de este fenómeno.

David H. Falagán