12 jun 2017

Manifiesto sobre el diseñador expandido

El diseñador total. Autoría en la arquitectura de la época postdigital
Lluís Ortega
Puente Editores, 2017

Una serendipia "es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta". Aunque reconozco que prefiero la expresión Happy Accident, el concepto usado por el autor para introducir su texto lo hace prometedor, teniendo en cuenta que aborda la arquitectura en la era postdigital. | A serendipity "is a discovery or fortunate and unexpected finding that occurs when you are looking for something else." Although I recognize that I prefer the expression Happy Accident, the concept used by the author to introduce his text makes it promising, considering that he approaches architecture in the post-digital era.





Seguro que muchos asociarán el nombre de Lluís Ortega a la digitalización, o a su influencia (la de la digitalización) en la arquitectura. Especialmente conocido podría ser el conjunto de artículos que editó para Gustavo Gili en el volumen "La digitalización toma el mando". Precisamente bajo ese mismo título desarrolló su tesis doctoral, planteando una mirada a la influencia de la digitalización sobre la cultura arquitectónica. El diseñador total sintetiza de alguna manera esta investigación.

El objetivo de su trabajo es meritorio: acercar el fenómeno de la digitalización a un público no experto a través de las influencias de sus significados (puede decirse que a la manera "estructuralista") y la genealogía de logros conseguidos en el ámbito de la arquitectura. Aunque Ortega habla de giro -y no de cambio paradigmático- su intención es mostrar el fenómeno de la digitalización desde la afectación cultural, y no tanto desde la fascinación tecnológica.

Se trata de un texto corto, pero intenso. Por su densidad, más de un párrafo exige más de una lectura (aunque hay que reconocer que no siempre las merezca...). Sin embargo las reflexiones generales son apetitosas. Por ejemplo respecto a la interpretación de "campos" frente a la de "objetos" en el contexto arquitectónico --un acercamiento sugerente al concepto de topología en arquitectura (aunque el autor no utilice este concepto). Desde un punto de vista mucho más abstracto, no se aleja de la lectura de "archipiélagos" que hacen otros autores contemporáneos (véase Pier Vittorio Aureli), expresado por Ortega desde la lógica de la metodología creativa digital. Tampoco es desdeñable su definición de arquitectura "paramétrica":

El diseño paramétrico englobaría aquellos proyectos realizados digitalmente, o basados en la lógica computacional, en los que predomina una definición relacional de los elementos y los sistemas que lo conforman. Esta enumeración de los protocolos constituyentes tiene tres diferentes objetivos --en unos casos la exploración formal, en otros la optimización y en otros la mediación lúdicoperformativa--, pero en todos ellos el diseño de la plataforma de relaciones se convierte en el foco de desarrollo del proyecto.

Finalmente, Ortega aborda la presunta disolución de la autoría del arquitecto en el ámbito digital, aportando una visión optimista que le acerca al concepto de "diseñador total", una visión expandida del campo disciplinar actual. Una conclusión aparente: ni las fronteras ni las etiquetas profesionales actuales parecen vigentes en el nuevo contexto digital.

David H. Falagán